10/6/13

[Las cosas del arte] Nueva sección.

Estudiando para selectividad Historia del Arte, de un libro que tiene nada más y nada menos que más de 600 páginas, una encuentra auténticas obras artísticas que llegan a resultar objeto de mofa cuando tienes el cerebro tan saturado de estudiar. Obviamente, lo que se lleva la palma en esto son los bebés. Bebés con cara de viejo, con abdominales, bebés obesos y bebés que te da pánico mirarlos por más de tres segundos.
Y son tantos los bebés y los no bebés que he decidido crear esta sección donde principalmente enseñaré creaciones que me resultan feas o graciosas. Aunque quizá encuentre alguna que realmente me guste y quiera  compartirlo aquí en sentido positivo.

En fin, como esta es la primera vez que escribo sobre algo así en el blog, voy a empezar enseñándoos algunas pinturas de Giotto.

Comienzo con dos ejemplos de sus bebés mafiosos, porque sí, tienen cara de mafiosos:


Este es el cuadro la Huida de Egipto donde vemos como ese bebé trama algo (no lo neguéis).


En esta imagen ampliada del cuadro, ignorando la cara de la Virgen, centrémonos nuevamente en la gloriosa cara adorable e inocente del niño. Sí, yo tampoco la veo. Me recuerda al hermano bajito y gordo de los Blues Brothers.


Esta pintura es la Muerte de San Francisco y es, curiosamente, (o no tan curiosamente), la que más gracia me hace. Vemos como los monjes lamentan la muerte de San Francisco, llorando y besando sus miembros pero hay un individuo que se sale de la escena. Sé que sabéis quien es, es obvio. Ese hombre con las manos alzadas, en el centro del cuadro, que más que lamentar su muerte parece que le haga CARANTOÑAS. No sabéis la de veces que me he reído yo sola con este cuadro. Es superior a mis fuerzas.


Y hasta aquí esta entrada absurda. Pero me apetecía compartir con vosotros estas cosas. Aish.